Mercat del Riurau

Ubicado en pleno Parque natural del Montgó, el Mercat del Riurau es una parada obligatoria para todos aquellos que buscan vivir una experiencia gastronómica única. Este histórico edificio construido a principios del siglo XX, se ha convertido en un lugar lleno de vida y color donde los productos autóctonos y la cultura local son los protagonistas. Este espacio, que se encuentra en el municipio de Jesús Pobre (Denia), cuenta con más de 30 puestos de venta donde los productores y artesanos locales ofrecen sus mejores productos, desde frutas y verduras frescas hasta embutidos, quesos, panes, vinos y cervezas artesanales. Además, también encontrarás productos de belleza natural, artesanía y textiles, entre otros.

Pero el Mercat del Riurau no solo es un mercado de productos locales, sino que es un espacio en el que se fomenta la cultura y la tradición dianense. Con diversas actividades para toda la familia, el Mercat ofrece talleres de artesanía, música en vivo y degustaciones gastronómicas que hacen las delicias de todos los visitantes. Además, el edificio en sí es una joya arquitectónica que ha sido restaurada para mantener su estilo original. El impresionante techo de cañizo y las columnas de piedra son algunos de los detalles que lo hacen único y especial. Desde la terraza del Mercat, puedes disfrutar de unas vistas espectaculares de la montaña del Montgó y del paisaje rural que rodea el pueblo de Jesús Pobre.

Cada domingo, el Mercat del Riurau se convierte en un espacio de encuentro para la comunidad local y los visitantes que quieren disfrutar de un ambiente relajado y auténtico. En definitiva, este mercado es un reflejo de la vida mediterránea de la Costa Blanca, donde la comida, la cultura y la historia se unen para ofrecer una experiencia inolvidable.

Si estás buscando un plan diferente para tu próximo fin de semana en la Costa Blanca, no dudes en visitar el Mercat del Riurau. Acude a este mercado y sumérgete en el mundo de la cultura y la gastronomía del Montgó. Descubre porque sus visitantes, de todas las nacionalidades, acuden de forma recursiva cada año.